Estambul: La Mezquita Azul

No muy lejos de Ayasofya se encuentra otro de los grandes monumentos de Estambul, la Mezquita Azul. Se trata de la mezquita más importante de la ciudad. Su nombre en turco es Sultanahmed Camii, Mezquita del Sultán Ahmed, que fue quien la construyó entre 1609 y 1616, aunque la inauguró Mustafá I. Mientras que desde nuestro punto de vista lo más interesante de Santa Sofía se encuentra en el interior, la Mezquita Azul también es impresionante por fuera.

Cuenta con seis minaretes, hecho que provocó mucha polémica en el momento de su construcción, ya que La Meca también tenía seis. Posteriormente y para apaciguar a los fieles, en La Meca se construyó un séptimo minarete para marcar la diferencia.

Se le llama la Mezquita Azul debido a los más de 20.000 azulejos azules que adornan la cúpula y la parte superior de la mezquita. Todos los azulejos fueron llevados de la ciudad de Iznik (Nicea) (fuente: http://www.estambul.es). El interior cuenta con más de 200 vidrieras y de enormes lámparas de araña que cuelgan del techo.

El ambiente que se respira al entrar es muy diferente al de Santa Sofía, ya que este es un lugar de culto, y se deben cumplir ciertas normas para poder visitarla. Al igual que en el resto de las mezquitas de la ciudad, se debe llevar ropa apropiada y descalzarse antes de entrar. Las mujeres deben llevar los hombros y el pelo tapado. Durante las horas de culto la mezquita está cerrada al turismo.

Siguiente parada, Palacio Topkapi 🙂

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Estambul: Santa Sofía

Comenzamos nuestro viaje por Turquía visitando el lugar más emblemático de la ciudad: Ayasofya. Construida entre el año 532 y el 537 por el emperador Justiniano I el Grande como una basílica, esta joya del arte bizantino pasó a ser una mezquita en 1453, cuando la ciudad fue tomada por el Imperio Otomano. Fue entonces cuando se construyeron los cuatro minaretes de más de 30 metros de altura que rodean el templo.

Santa Sofía a la derecha, la Mezquita Azul a la Izquierda. Vista desde el Estrecho del Bósforo.

Entrar en este templo es algo sobrecogedor, no sólo por las dimensiones y la iluminación, sino por tener la sensación de viajar en el tiempo.

Una de las cosas que más llaman la atención es la mezcla de culturas y estilos ya que, como comentábamos antes, a pesar de que Ayasofya se concibió en su construcción como una catedral cristiana, pasó posteriormente a ser una mezquita. Esto permite que se puedan observar en el mismo lugar símbolos del Islam y mosaicos cristianos.

Y digo que se podía observar porque en la actualidad los mosaicos e imágenes cristianas han sido cubiertas con cortinas. Por suerte nosotros estuvimos antes de que eso ocurriera. Compartimos con vosotros algunas imágenes de esos mosaicos que ya no se pueden ver 😦

A pesar de este inconveniente, la visita a este monumento es obligada si se está unos días en Estambul.

¡Seguimos!

Patagonia VIII: Glaciar Viedma

Para finalizar con nuestro viaje por el Cono Sur, decidimos visitar el glaciar Viedma (el segundo más grande del hemisferio sur), ubicado en la zona limítrofe no demarcada afectada por el litigio del Campo de Hielo Patagónico Sur, que tanto Argentina como Chile consideran parte de su territorio (fuente: wiki). Para ello, tomamos un catamarán desde El Chaltén, con el que cruzamos el lago Viedma. Ese día hizo bastante frío, pero lo que vimos mereció la pena. Conforme nos acercamos al glaciar nos fuimos cruzando con pequeños icebergs desprendidos del glaciar. El color azul del hielo puro quitaba el hipo…

Ya en tierra, nos equipamos con grampones y comenzamos la aproximación al frente del glaciar. Es impresionante caminar por la superficie de un glaciar, ya que parece que estás en otro planeta. Las grietas y agujeros a través de los cuáles se observaba el intenso color azul del hielo no hacian sino reforzar esa sensación.

Detalles del hielo, un poco más de cerca:

Y entonces tuvimos la oportunidad de entrar en el glaciar. El tacto del hielo en el interior es indescriptible.

En esos momentos estaba con agua congelada hasta las rodillas, pero daba igual. Fue una experiencia irrepetible.

Ya en el camino de vuelta empecé a notar el frío de manera más seria, y además comenzó a llover lo que aumentó la posibilidad de un resbalón sobre la superficie de la roca, totalmente pulida por el paso del hielo, pero valió la pena 100%!

Sin duda, una excursión que repetiría. Además, siempre se conoce a gente maja con la que tomar un café calentito después de la travesía 😉

Patagonia VII: El Chaltén

Seguimos con nuestra ruta por el Cono Sur, esta vez por el lado argentino. Visitamos El Chalten, pueblito de la Patagonia considerado la capital del senderismo argentino. Este pueblo fue fundado en 1985 por una decisión política del gobierno argentino en una época de tensión fronteriza con Chile. Se encuentra inmerso en el Parque Nacional de los Glaciares, y le debe su nombre al imponente pico visible desde todo el valle cuando las nubes lo permiten, Cerro Chaltén o Fitz Roy.La palabra Chaltén viene de la lengua aonikenk, y significa Montaña Humeante, nombre que recibe por el efecto que suelen crear las nubes con el afilado pico. Como no podía ser de otra manera, este lugar era considerado sagrado por los habitantes primigenios de la zona.Se trata de una zona de transición entre la pampa y las montañas andinas, por lo que es fácil cruzar bosques, ríos y arroyos. 

El paisaje que nos íbamos encontrando conforme ascendíamos quitaba el hipo. Uno de los sitios más impresionantes que hayamos visto.         Hay numerosas rutas que se internan en el parque, algunas de las cuales llevan a los glaciares colgados cercanos a la cumbre. Es un lugar especial para los amantes de las caminatas por la naturaleza. De los pocos sitios que todavía se mantienen casi sin tocar por la mano del ser humano. Para nosotros, posiblemente uno de los sitios más recomendables de la Patagonia.                        Sin lugar a dudas, El Chaltén es uno de esos sitios a los que volvería mañana mismo. Sólo pudimos hacer una ruta de las muchas posibles, así que quedó mucho por ver…tal vez algún día ;).

Patagonia VI: Penal de Ushuaia

Antes de continuar nuestro camino por tierras patagonas visitamos el lugar que es origen y motivo de la existencia de Ushuaia, el Penal de Ushuaia, una antigua cárcel convertida en museo construída a comienzos del siglo XX. Antes nos damos un último paseo «veraniego» por las calles de la ciudad del fin del mundo.

El penal está dividido en varios pabellones, aunque en la actualidad sólo uno de ellos se conserva con la estética de una cárcel.  En el resto de pabellones podemos encontrar: el Museo Marítimo, el Museo del Presidio, el Museo Antártico y el Museo de Arte Marino.Este es el aspecto que tiene el penal tal y como era en sus años de uso. Este presido fue construido entre los años 1902 y 1920, por los mismo presidiarios destinados aquí. Si bien fue concebida para alojar sólo a reincidentes, pronto la cárcel acabó llenándose de brutales criminales, estafadores, ladrones y presos políticos y militares (fuente: http://www.patagonia-argentina.com). Fue gracias a la existencia de esta cárcel que comenzó a establecerse gente a su alrededor, con lo cuál este lugar es el gérmen de la ciudad de Ushuaia.

Uno de los presos más famosos de este penal fue Santos Godino, el Petiso Orejudo, un asesino de niños de Buenos Aires.Uno de los intentos de fuga más sonado fue el del anarquista Radowitzky, que escapó por mar hasta Punta Arenas.Ya en los pabellones dedicados a los museos de arte encontramos una serie de exposiciones llamativas, permanentes unas y temporales otras, entre las que destacamos la de los pingüinos: 


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Nos despedimos del Fin del Mundo recomendando la visita de esta cárcel-museo, lugar clave para entender los orígenes de la ciudad más meridional del mundo.

Patagonia V: Laguna Esmeralda, Ushuaia

Uno de los sitios cercanos a Ushuaia que debes visitar si te gusta caminar por la naturaleza es la Laguna Esmeralda. A unos 20 kms de Ushuaia, por la ruta 3, se encuentra el comienzo de este sendero, que recorre el valle Tierra Mayor.  Al poco de comenzar la caminata, el sendero se adentra en un impresionante bosque de lengas. En él se distinguen señales inequívocas de lo extremo del clima patagónico. Es bastante común encontrar árboles arrancados de raíz o partidos por la mitad.

Estos bosques están adaptados a estas condiciones tan adversas, y sirven de refugio para gran cantidad de especies de flora y fauna.Tras esa primera parte boscosa, el camino se aclara y atraviesa una turbera, donde pareciera que se está caminando sobre esponjas. Llegamos a una zona devastada por los castores. Esta especie introducida a mitad del siglo pasado ha cambiado en poco tiempo el paisaje de la zona, creando serios problemas ecosistémicos y paisajísticos.
Como ocurre en el interior del Parque Nacional Tierra de Fuego, aquí también encontramos los embalses tan característicos construidos por estos destructivos animales.

Tras unos 5 kms llegamos a nuestro destino, una bonita laguna glaciar de aguas turquesa, que bien vale la pena visitar.

Este lago es el producto del deshielo del Glaciar Ojo del Albino, cuya morrena se divisa al fondo de la imagen. En resumen, un lugar muy recomendable y accesible si tienes unos días en Ushuaia ^^.

Isla de Pascua parte III

El tercer y último día que pasamos en Rapa Nui nos amaneció lluvioso, pero aún así decidimos visitar la zona de Tahai, muy cerca de Hanga Roa. Se trata de uno de los asentamientos más antiguos de toda la isla, y se piensa que aquí fue enterrado el último ariki mau (o gobernante de alto rango). El lugar es realmente bonito, situado justo frente al mar, con caballos y amplios prados.En la imagen, en primer plano vemos al moai Ahu Tahai, datado en el 700 d.C., y de unos 4,5 metros de alto. Al fondo, el Ahu Vai Ari (agua oscura) datado en 1200 d.C.

Continuamos el paseo y encontramos un cementerio bastante pintoresco, donde se pueden ver entremezclados los diferentes cultos religiosos.

Aprovechando un breve lapso de tiempo sin lluvia que nos dio el clima, subimos al famoso volcán Rano Kau, el más grande de la isla. Es en este volcán donde se encuentra uno de los lugares más interesantes y conocidos de la isla, la aldea ceremonial de Orongo. Es el centro del arte rupestre por excelencia de Rapa Nui, con gran cantidad de petroglifos tallados en sus rocas. 

Las primeras casas de piedra en Orongo parecen haberse construido hacia el 1400 d. C. Con el tiempo y en especial en torno a la ceremonia del Tangata Manu, se llegaron a construir 54 casas alineadas en el borde del cráter, formando tres conjuntos independientes que miran hacia el mar. Casi todas las casas fueron saqueadas y destruidas durante las diferentes expediciones europeas y reconstruidas varias veces en las últimas décadas (fuente: imaginaisladepascua.com).

Esta casa fue dejada sin reconstruir para que se pudiera apreciar su interior. Se trata de casas bajas y estrechas (entre 1 y 2 metros de alto) comunicadas entre si por pasillos angostos, y construidas con gruesos muros hechos a base de lajas de basalto, que protejan de los fuertes vientos del lugar. Por el reducido tamaño que muestran, se piensa que sólo se usaban como dormitorios.En la primera imagen, un mosaico del centro de visitantes que representa al Tangata Manu u hombre pájaro. En la segunda, la isla Motu Nui, hasta donde debían nadar los competidores para conseguir el primer huevo de Manutara. Más información sobre la competición del hombre pájaro (fuente: imaginaisladepascua.com):

No se sabe en detalle cómo surgió la competencia del hombre pájaro. Según la tradición, una vez abandonado el culto a los ancestros que representaban los moai y dada la pérdida de prestigio del antiguo orden político y religioso, surgen grupos tribales enfrentados deseosos de tomar el poder. Hacia finales del siglo XVII, se establece que la mejor forma de alcanzar el poder es mediante una competencia anual con sede en Orongo, donde el ganador gozaría de una serie de derechos y privilegios sobre sus rivales durante su período de mandato.

Al aproximarse la primavera, los grupos más poderosos se organizaban para participar en la competencia. Se reunían en la gran aldea de Mataveri, para luego subir en el momento oportuno hasta Orongo. Cada clan elegía a un representante, el hopu manu. En el momento culminante de las fiestas y rituales, debían descender el acantilado de Orongo y nadar hasta el Motu Nui con la ayuda de flotadores de totora llamados pora. Allí debían esperar la llegada de las aves marinas, hasta que alguno de ellos pudiera conseguir el primer huevo del Manutara. El ganador anunciaba a los suyos el resultado, lo que inmediatamente convertía a su jefe en el elegido por Make Make para convertirse en el tangata manu de esa temporada, hasta la siguiente primavera.Una de las mejores cosas de la aldea de Orongo es su privilegiada situación, justo en le borde del cráter del volcán Ranu Kau (volcán grande con agua dentro).  

Antes de despedirnos de este mágico lugar, os dejamos algunas imágenes del grupo de danza y música Kari Kari, al que fuimos la noche anterior.

Isla de Pascua parte II

En nuestro segundo día recorrimos los lugares más importantes de la isla. Tuvimos suerte y el clima nos respetó (en esta época del año es muy normal que llueva). Nuestra primera parada fue en Ahu Akahanga, un lugar bien interesante donde se puede apreciar el estado en el que quedaron la mayoría de los ahus (plataformas donde se sitúan los moais) de la isla tras la época de decadencia y el terremoto de 1960. Se debe tener en cuenta que aquellos ahus donde los moais están en pie es porque han sido restaurados. En tamaño es uno de los ahus más importantes de la isla (13 moais derribados, de entre 5 y 7 metros), y es aquí donde el primer rey de la isla, el legendario ariki Hotu Matu’a fue enterrado. Sus hijos lo trasladaron desde la cumbre del volcán Rano Kau, donde tuvo su última morada, hasta Akahanga (fuente: http://imaginaisladepascua.com).pascua_34pascua_35pascua_36pascua_37

Es fácil distinguir los pukaos, de roca roja volcánica, separados de los moais tras impactar con la tierra.pascua_39

De aquí fuimos al que posiblemente sea el lugar más mágico de toda la isla, Rano Raraku, el volcán en cuya ladera se encuentra la cantera en la que se esculpieron todos los moais de la isla. Sólo por ver este lugar ya vale la pena el viaje a Pascua.pascua_43pascua_44pascua_48pascua_47pascua_46pascua_49pascua_57pascua_64_1pascua_63

La cabeza del Moai Tukuturi, el moai arrodillado.pascua_64pascua_67

Se estima que el trabajo de tallado de las estatuas en Rano Raraku abarcó más de 500 años, comenzando alrededor del año 1000 d.C. y finalizando a mediados del siglo XVIII (fuente: http://imaginaisladepascua.com).pascua_51pascua_53Las esculturas que aún se hallan en las laderas superiores de la cantera se encuentran en todas las fases de elaboración. Lo primero era dar forma al moai. Se esculpía el rostro, teniendo cuidado con la nariz (guía para la simetría y las proporciones de la escultura). Después se esculpían cuello, torso, brazos y manos. Se iba liberando el material por debajo de la estatua hasta dejar una estrecha franja de piedra. Se perforaban orificios en la quilla hasta que era completamente recortada.pascua_50

Al deslizar la escultura por la pendiente corría el riesgo de romperse, como lo demuestran los restos de torsos y cabezas rotas que salpican la ladera. En la siguiente imagen se encuentra Te Tokanga, el mayor moai de toda la isla, a medio tallar, ¿eres capaz de verlo? ;).pascua_68

Al subir la ladera del volcán (unos 150 m de altura) llegamos al cráter, que en estos momentos se encuentra ocupado por una laguna. En la ladera interior del cráter se han contado más de 90 estatuas talladas.pascua_70pascua_71

Un artesano de la zona talla moais en madera.pascua_72pascua_73

Tras Rano Raraku seguimos nuestro trayecto alrededor de la isla hasta llegar a Ahu Tongariki, posiblemente el ahu más famoso y fotografiado de la isla, la imagen que a cualquier persona le viene a la mente cuando piensa en Pascua.pascua_56_1pascua_56

«Se cree que Tongariki fue el centro sociopolítico y religioso de Hotu Iti, uno de los dos grandes clanes que agrupaba a las tribus del sector este de la isla. Las primera ocupación humana data del año 900 d.C. y se relaciona con la primera fase de un primer ahu. El impresionante monumento final es el resultado de una sucesiva serie de modificaciones y ampliaciones, llevadas a cabo a lo largo de la historia, que muestran el dominio técnico alcanzado»(fuente: http://imaginaisladepascua.com).pascua_77pascua_78

Así debían lucir las casas de los antiguos pobladores de la isla:pascua_79pascua_76

Para acabar el día, una imagen del llamado ombligo del mundo, Te Pito Kura.pascua_81

Isla de Pascua parte I

También conocida como Rapa Nui (Isla Grande en el idioma tahitiano), esta isla se encuentra en medio del Océano Pacífico, y es sin lugar a dudas una de las joyas de Chile. En su idioma autóctono, la isla antes era conocida como Te pito o te henua, que significa «El ombligo de la Tierra», y Mata ki te rangi, «Ojos que miran al cielo». La denominación de Rapa Nui se hizo posteriormente extensiva en otros idiomas para denominar al pueblo aborigen y a su idioma, pero como una única palabra, «rapanui». Nosotros aprovechamos un pequeño receso en el trabajo para asomarnos a este rincón del mundo…y vaya si valió la pena. Sólo llegar a la isla, los lugareños te dan la bienvenida poniéndote el tradicional collar de flores. Una vez dejadas las maletas en el hostal, alquilamos una moto y comenzamos a recorrer la isla (sus 15 kms de ancho y su buen clima en general convierten a la moto en una buena opción). Nuestra primera parada es en la playa de Anakema, al otro lado de la isla. Este lugar es considerado como la cuna de la cultura rapanui, por ser el lugar donde desembarcó el fundador, Hotu Matu’a, proveniente de la mística isla de Hiva (Polinesia Francesa).Toda esta zona constituye un denso yacimiento arqueológico que contiene centros ceremoniales sobre y bajo la superficie, sitios habitacionales y otros vestigios importantes
Vigilando el lugar encontramos a nuestros primeros moais. Como se aprecia en las imágenes, son de los pocos que todavía conservan el pukao (el gorro, del que hablaremos más adelante).  Como (casi) siempre, los moais están situados con sus rostros mirando hacia el interior de la isla, donde estaban los poblados. Daban la espalda al mar para que el mana protector del moai pudiera proyectarse sobre su tribu. La plataforma sobre la que se levantan estas esculturas es conocida como ahu.Uno de los beneficios de viajar en temporada baja (junio-julio) es que nos encontramos la playa con esta densidad de gente.          Vamos a nuestra segunda parada del día, Puna Pau, el cráter del volcán donde se encuentra la cantera de escorias rojas (hanihani) donde se producían los antes nombrados pukao, esos gorros cilíndricos o cónicos que presentan algunos moais. Todavía hoy en día continúa la discusión sobre el origen de estos gorros y lo que representan.Se piensa que los pukao pudieron representar: (1) sombreros de plumas llamados Hau Kurakura, (2) moños teñidos con tierra roja, o Kie’a, (3) turbantes de tela vegetal hecha de mahute.
Desde aquí se trasladaron pukao de más de 10 toneladas a sitios tan alejados como Ahu Tongariki o Ahu Te Pito Kura (12 km) . De aquí fuimos a ver atardecer a Ahu Akivi, un sitio especial de la isla por ser el único donde los moais miran al mar.  Son los conocidos como moais astronómicos, que miran a las estrellas.               Y así acaba nuestro primer día en Rapa Nui, disfrutando del atardecer junto con estos silenciosos gigantes de piedra…

Valparaíso: callejeando

En el post anterior nos acercamos a Valpo de una manera más general. En este intentaremos transmitir la sensación de ir caminando por sus calles, subiendo y bajando las escalinatas que unen los cerros con el Plan.

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Un lugar único de la ciudad, aunque nada fácil de encontrar por lo laberíntico de las calles, es el llamado museo a cielo abierto, una zona de Valpo donde el arte urbano es el protagonista.Valpo_71

Si bien hay partes muy deterioradas, todavía se conservan pinturas en miniatura que usan los ladrillos como lienzo.Valpo_80Valpo_81Valpo_70Valpo_79

La mejor manera para llegar a este lugar es preguntar por el Hostal Bellavista, en cuyo exterior se encuentran estas pinturas.Valpo_77

O si se viene de la parte alta del cerro, bajar directamente desde La Sebastiana (casa museo de Pablo Neruda) por la calle Hécto Calvo.Valpo_68

A continuación, os dejamos una serie de vistas curiosas de la ciudad. Valpo es una ciudad por la que vale la pena perderse.Valpo_76Valpo_60Valpo_44Valpo_53Valpo_42Valpo_21Valpo_23Valpo_22Valpo_19Valpo_2Valpo_5Valpo_14Valpo_18Continuará…