Estambul: Santa Sofía

Comenzamos nuestro viaje por Turquía visitando el lugar más emblemático de la ciudad: Ayasofya. Construida entre el año 532 y el 537 por el emperador Justiniano I el Grande como una basílica, esta joya del arte bizantino pasó a ser una mezquita en 1453, cuando la ciudad fue tomada por el Imperio Otomano. Fue entonces cuando se construyeron los cuatro minaretes de más de 30 metros de altura que rodean el templo.

Santa Sofía a la derecha, la Mezquita Azul a la Izquierda. Vista desde el Estrecho del Bósforo.

Entrar en este templo es algo sobrecogedor, no sólo por las dimensiones y la iluminación, sino por tener la sensación de viajar en el tiempo.

Una de las cosas que más llaman la atención es la mezcla de culturas y estilos ya que, como comentábamos antes, a pesar de que Ayasofya se concibió en su construcción como una catedral cristiana, pasó posteriormente a ser una mezquita. Esto permite que se puedan observar en el mismo lugar símbolos del Islam y mosaicos cristianos.

Y digo que se podía observar porque en la actualidad los mosaicos e imágenes cristianas han sido cubiertas con cortinas. Por suerte nosotros estuvimos antes de que eso ocurriera. Compartimos con vosotros algunas imágenes de esos mosaicos que ya no se pueden ver 😦

A pesar de este inconveniente, la visita a este monumento es obligada si se está unos días en Estambul.

¡Seguimos!